A pesar de que no soy la persona más friki del mundo, el otro día vi en la tele una escena de El Señor de los Anillos en la que Gandalf le decía a sus compañeros: “Corred insensatos”. Y a la cabeza me vino esa frase poco después, justo cuando observaba preparar un gin tonic en un lugar que no mencionaré.
“Corred, insensatos”, quise gritar al presenciar como, uno a uno, iban cometiendo los errores más típicos; esos que son capaces de cargarse el combinado y, por lo tanto, nuestro placer al degustarlo. Y os preguntaréis, ¿cuáles son dichos errores? Tranquilos, pues os los resumiré en los siguientes puntos.
Errores al preparar un gin tonic
1. Too much gin. Sabemos que nos encanta la ginebra (si no, no pediríamos un gin tonic), pero pasarnos con la cantidad que echamos puede hacer que todo se vaya al traste. No debe pasar de 5 o 7 cl., es decir, de un vaso de chupito. Si ponemos más, el sabor deja de ser tan agradable.
2. Hielos pequeños que se derritan rápido. Si es importante que el gin tonic no sepa demasiado a alcohol, no lo es menos impedir que se agüe y pierda sabor. Y eso es lo que ocurre si no utilizamos hielos gordos (si es posible, comprados).
3. ¿Un vaso de tubo? ¡Apártalo de mi vista! Solo con una copa o, en su defecto, un vaso ancho, se nos va a hacer la boca agua; primero viéndolo y después captando su aroma. De ese modo, el sabor se potenciará y los disfrutaremos a tope.
4. Echar la tónica «a lo loco”. Sí, amigos, no hay que tirarla bruscamente sobre la ginebra, sino que hay que cuidar su gas para que la mezcla sea perfecta. Así no tendremos que estar removiendo a loco.
5. No utilizar Emma Premium Gin. ¿Es que acaso hay ginebras de sabores más ricas que las ginebras de fresa, lima y naranja de Emma? La respuesta es NO. Por eso, sería un error no disfrutar de la dulzura de Emma Strawberry Gin, la acidez de Emma Lime Gin y la frescura de Emma Orange Gin.
No hace falta deciros a estas alturas que soy una gin lover. Así que, como amante de la ginebra no solo he viajado por Europa buscando sus orígenes, sino que el otro día me apunté a una actividad que me ha venido muy bien: me enseñaron cómo maridar diferentes tipos de gin tonic, es decir, qué aperitivos casan mejor para cada ocasión. Y como imagino que deseáis saber lo que me contaron, aquí os hago un resumen.
Para un gin tonic con Lime Gin
El refrescante sabor de la ginebra de lima con tónica puede contrarrestarse con el toque ligeramente dulce y suave de las nueces de macadamia, que como sabéis, le aportan un toque gourmet al momento gin tonic que os va a encantar. Eso sí, si preferís un toque más salado que contraste con el dulzor de la lima, siempre está bien optar por snacks de queso.
Para un gin tonic con Orange Gin
La ginebra con sabor a naranja destaca por una elegancia y brillantez muy especial al paladar, de ahí que pueda combinarse con sabores muy dulces o salados. Entre los primeros, destacan las onzas de chocolate negro. Ya sabéis que la naranja y el cacao forman una pareja perfecta. Y si optáis por algo salado, hay varias opciones de frutos secos, pero para mí los anacardos son los mejores.
Para un gin tonic con Strawberry Gin
Y vamos con una de las favoritas de la gente: la suave y dulce ginebra de fresa, a cuyos gin tonics le van perfectos los frutos rojos. Vale, eso seguramente lo habéis visto muy obvio, pero ¿qué os parece acompañarla con chips de frutas deshidratadas? Están deliciosas.
Quizás estés pensando que falta un aperitivo con el que os hacen los ojos chiribitas, aunque no queráis reconocerlo: las gominolas o chuches. Pero es que van bien con todas las ginebras de sabores. E incluso para los más golosos pueden combinar también con un gin-tonic tradicional.
Para un gin tonic con ginebra tradicional
Y hablando de gin tonics “tradicionales”, pues lo más habitual es acompañarlos con frutos secos o aperitivos salados. Y aquí podemos ir desde las típicas patatas fritas hasta las chips de yuca, cuyo sabor es más suave.
Y aunque no os lo vaya a contar hoy, os quiero adelantar que se están empezando a maridar los gin tonics con comida. Esto quiere decir que te podrás zampar una hamburguesa o un buen pescado acompañados por una copa sin que nadie te diga que no es momento. Pero eso para otro día 😉